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Buenos Aires, vibrante y colorida

  • Foto del escritor: mariadelacruzg
    mariadelacruzg
  • 1 dic 2014
  • 5 Min. de lectura

Para escribir este artículo tuve que refrescar algo mi memoria (gracias, Lonely Planet), ya que estuve en Buenos Aires hace algunos meses. Pero viendo las fotos que tomé en mi viaje, volví a sentir en mi piel el sinfín de sensaciones sin igual que me invadieron al recorrer las calles de esta gran ciudad.

La Boca, Argentina

Partamos con un dato. Buenos Aires es una mole INMENSA. Si nos ponemos a pensar (el último censo sitúa su número de habitantes en torno a los 20 millones) sería como meter a media España en una sola ciudad. Y, claro, eso se traduce en... estrés. Para desplazarte de un barrio a otro de la ciudad, ármate de paciencia, y de un librito que los bonaerenses guardan como un tesoro. Es una guía de todos los colectivos de la ciudad, y su funcionamiento (que parecerá insufrible al principio) es como por coordenadas. Buscas en una tabla adónde quieres ir, de dónde vienes… y voilà, te “dice” el colectivo que debes tomar. En fin, o eso… o Google Maps.

El París de Sudamérica

¿Qué hacer en Buenos Aires? Las posibilidades son INFINITAS, y depende del número de días que vayáis a pasar en la ciudad. Yo os diré las cosas que me parecen imprescindibles, pero una vida no bastaría para explotar esta maravillosa ciudad.

El centro propiamente dicho es un buen punto de partida. La Plaza de Mayo, el Obelisco, el Cabildo y la Catedral Metropolitana son lugares emblemáticos que ningún turista que se precie puede dejar de ver. Caminando por la Avenida de Mayo y la Avenida 9 de Julio, uno se da cuenta de por qué Buenos Aires es conocida como el París de Sudamérica. Quien haya visitado ambas ciudades, sabrá la razón. Y es que, el trazado de sus grandes avenidas, el diseño de sus edificios… tiene un cierto “regusto” parisino.

The Thinker, de Rodin en la Plaza del Congreso

La Plaza de Mayo ha sido el escenario de casi todos los acontecimientos políticos clave de la historia de la ciudad. Desde 1977, se dan cita en este lugar las Madres de la Plaza de Mayo, que aún reclaman por sus hijos desaparecidos durante la dictadura de Videla. Aquí están algunos de los edificios más importantes de Buenos Aires, como la Casa Rosada o Casa del Gobierno (mirad la foto y entenderéis por qué la llaman así). La Avenida de Mayo une la Casa Rosada con el Congreso Nacional. Vale la pena hacer este recorrido por el centro de día, y también de noche. Las vistas, en ambos casos, son espectaculares.

Casa Rosada

Para quien quiera disfrutar de unas magníficas vistas panorámicas de la ciudad, mi recomendación es ir al Palacio Barolo, en la Avenida de Mayo, cerca de la Plaza de los dos Congresos. Solo se puede visitar con visitas guiadas, pero vale la pena. Las vistas desde el último piso son increíbles. Además, la historia y la simbología del edificio son realmente interesantes. Se puede ir de día o de noche. En esta última opción, es posible ver la ciudad iluminada por el faro del piso 22 del edificio. Yo me decanté por ver el atardecer allá…

Vistas desde el Palacio Barolo

Por supuesto, y aunque hoy no es la sombra de lo que fue, es obligatorio ir al Barrio de la Boca y pasear por el Caminito dejándose deslumbrar por sus colores (si es que las hordas de turistas te lo permiten). Espectáculos callejeros de tango, comida rica y lugares muy fotogénicos no se harán esperar.

Tango en la Boca

La pasión argentina por el fútbol es de sobra conocida. En la Boca está el estadio de la Bombonera. El del River Plate, o Monumental está algo más alejado. Si estás en Buenos Aires y es tu primera vez en Sudamérica, no dejes de ir a ver un partido allá. La forma latina de vivir el fútbol es pura pasión, es algo digno de…vivir.

Argentina y el fútbol

Todos los domingos tiene lugar la Feria de San Telmo en el barrio del mismo nombre. Se puede encontrar TODO lo que uno imagine, desde antigüedades hasta mates pintados a mano, libros de Mafalda, ropa… Mejor llegar temprano (abre a las 10 de la mañana), porque en la tarde no se puede ni caminar entre los turistas.

Mafalda en San Telmo

Radicalmente opuesto al pintoresco San Telmo con sus calles empedradas y su atmósfera antigua, es el moderno Puerto Madero, considerado por muchos el más sofisticado de la ciudad, con restaurantes gourmet y casas que sospecho que no podría pagar ni trabajando durante cuarenta años. Allí, te encontraras con el Puente de la Mujer, del arquitecto español Santiago Calatrava, que representa la imagen de una pareja que baila tango.

Puerto Madero

También en Puerto Madero está la Reserva Ecológica, el “pulmón” de la ciudad y su mayor espacio verde. Es ideal para salir del estrés de la gran ciudad, y se puede recorrer a pie o en bicicleta.

Reserva Ecológica

Museos hay infinitos y de todos los gustos y colores. El de Bellas Artes es, para mi gusto, de lo mejor, y tiene una colección impresionista que, en mi opinión, es superada por pocos museos, como el de Orsay, en París.

Museo de Bellas Artes

Cerca del Museo está la Floralis Generica, en la Plaza de las Naciones Unidas. Esta tiene un sistema de cierre y abertura de sus pétalos según la hora del día, de forma que se abren al amanecer y se cierran por la noche.

Floaralis Genérica

Al norte de la ciudad está el Cementerio de La Recoleta, donde reposan los restos de muchos personajes célebres de la historia de Argentina (la mayoría de los turistas se dirigen en manada a visitar la tumba de Evita Perón, aunque no tengan la más mínima idea de quién fue). Pero, ante todo, el cementerio es un auténtico museo al aire libre. Es sorprendente la belleza de las esculturas que encontraréis allí.

Cementerio de La Recoleta

Pero Buenos Aires es, ante todo, una ciudad que rebosa cultura por los cuatro costados. Y en cuanto a literatura, no se queda atrás. Por supuesto, hay que ir a la librería del Ateneo Grand Splendid, donde uno se pregunta: ¿Estoy en una librería o en la Ópera? Pero en las ferias de la ciudad se podrán encontrar joyas literarias a precios mucho más asequibles, la mayoría de las veces, de segunda mano.

Ateneo Grand Splendid

El barrio de Palermo es ideal para salir de noche, aunque en realidad, la vida nocturna de la ciudad es tan intensa que no te aburrirás nunca, vayas donde vayas (eso sí, conviene no ir a la Boca después del atardecer). ¿Y la comida? Ni se te ocurra irte de Buenos Aires sin probar un asado a la argentina. La carne es tan tierna y jugosa que se deshace en la boca. Pero la variedad gastronómica de la ciudad va mucho más allá.

La Boca

Brevemente, esa es mi impresión sobre la mágica ciudad de Buenos Aires, que me cautivó por sus colores y por estar tan llena de vida. Vale la pena visitar, sea por un día o por un año entero, el bien llamado París de Latinoamérica.

 
 
 

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