Bergen y los fiordos
- mariadelacruzg
- 2 oct 2015
- 5 Min. de lectura
Llevo tanto tiempo queriendo escribir y sin tiempo para hacerlo, que pensaba que nunca lograría terminar este artículo. Hace dos semanas, estuve de viaje en la parte oeste de Noruega, donde, según muchos, se concentra la mayor cantidad de joyas del país.

La verdad es que Oslo es bonito, pero para conocer la verdadera esencia de Noruega, hay que salir y explorar. Pensaba que todo lo que había escuchado sobre los fiordos era pura exageración, que no era para tanto. Y lo cierto es que... sí lo es. Cada cinco minutos me sentía en medio de una postal diferente y única. No podía parar de hacer fotos y soltar exclamaciones, al más puro estilo asiático. Espero que al mirar las imágenes entendáis por qué.

BERGEN
Es la segunda ciudad más grande de Noruega. Es una ciudad estudiante, así que parece que siempre está llena de gente, y siempre hay algo que hacer. Además, en ella hay mucho de lo que en Oslo se echa de menos: historia.
Ahí van algunos consejos para los que vayáis a Bergen y no queráis dejaros un riñón por el camino ;)
Ve a Bryggen. En serio, no dejes de ir a Bryggen. Se trata de un conjunto de edificios de madera del siglo XIV, pertenecientes a la Liga Hanseática (comerciantes alemanes que se establecieron en la región, dejando su huella en ella). Son Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO. Lo más genial de todo es que no se ven solo desde fuera, sino que se puede callejear entre los edificios, entrar (algunos son cafeterías, otros tiendas de diseño -tenéis que ver la tienda de navidad, ¡es genial!), y subir escaleras que parecen a punto de derrumbarse. Hay gente que sigue viviendo allí, y algunos profesionales incluso establecen sus despachos (sobre todo, abogados). Yo me sentía en medio de "Cuento de Navidad", en pleno septiembre.

Callejeando por las calles detrás de Bryggen, rumbo al famoso monte Fløyen, encontraréis infinidad de casas de madera de colores, que parecen sacadas de un cuento de hadas. Caminad sin rumbo fijo, pues no hay dos casas iguales, y descubriréis más de una sorpresa. Por ejemplo, el Krik og Krinkel Bokcafé, uno de esos lugares de donde no quieres irte, sino pasar horas y horas saboreando su delicioso café (o chocolate), esos postres de pecado y, para colmo del éxtasis, rodeado de libros.

Tampoco demasiado lejos de Bryggen (en Bergen todo está cerca caminando) está el Fisketorget, o mercado de pescado. En verano abre de 7am a 7pm todos los días, y el resto del año de lunes a sábado de 7am a 4pm. Visitarlo es una buena forma de entrar en contacto con la población local y vivir una auténtica experiencia de olores, sonidos e imágenes... totalmente gratis.

Hablando de pescado, si os vuelve locos (como a una servidora) os recomiendo la visita al Søstrene Hagelin, un lugar de comida rápida con una excelente relación calidad/precio. Lo fundaron dos hermanas en 1929, y desde entonces preparan comida a base de pescado. Probad la sopa de pescado y las hamburguesas, y me contáis qué tal.

Otra buena manera de conocer la ciudad es visitar sus incontables parques y jardines. En el centro está el Lille Lungegårdsvannet, un pequeño lago rodeado por un parque (Byparken), donde a veces se organizan conciertos, y desde donde hay una vista increíble sobre las montañas. Si vas a Bergen en verano, te interesará saber que en el Nordnesparken hay una piscina descubierta (gratis), con vistas al fiordo incluidas. Y si eres un fan de las plantas de todo tipo, deberías ir al Muséhangen.

A Bergen se la conoce como la "ciudad de las siete montañas". ¿Adivináis por qué? Exacto, son siete montañas las que la rodean. Así que no necesitaréis un gimnasio. Solo tenéis que subir los 801 escalones del Sandviksfjellet, y prepararos mentalmente para una vista que os cortará la respiración ;) Si lo vuestro es el sofá, quizás preferáis tomar el funicular hasta el monte Fløyen. Caminando desde el centro disfrutaréis del precioso paseo del que os hablaba.

En una ciudad estudiante como Bergen, necesariamente hay que hablar de vida nocturna. Hay conciertos gratuitos a todas horas. El "Apollon" es una tienda de música y pub donde se organizan frecuentemente. Lo mismo que en el "Hullen", un club gestionado por estudiantes voluntarios que se encuentra en una cueva, con un buenísimo ambiente.
También debéis saber que en Noruega son muy típicos los "pub quiz", concursos de conocimiento general (tipo Trivial) donde se compite por equipos por ver quién consigue la máxima puntuación. Son gratis, y ¡muchos en inglés!

Si os gustan los museos, en Bergen no tendréis tiempo para aburriros. Para conocer la historia de la ciudad, el Museo Hanseático y el Museo de Bryggen. Si lo vuestro es el arte, tenéis el Museo de Arte de Bergen (Con una colección de pinturas de Munch) y el Centro de Arte Contemporáneo de Bergen. Un poco más lejos del centro está la casa-museo del compositor Edvard Grieg, a la orilla del lago Nordas. Unas 200 coronas vale la entrada al museo+concierto, y todos los días salen buses de la oficina de turismo a las 11am.
En tranvía se puede llegar a la Iglesia Medieval de Fantoft, una de las famosas iglesias de madera de Noruega. No sé si es la más espectacular, pero es bastante impresionante. Está abierta de Mayo a Septiembre.

LOS FIORDOS
Bergen es considerada la puerta de entrada a los fiordos noruegos. Estos se formaron por la interacción entre el hielo, las piedras y las rocas durante los sucesivos periodos glaciares. Locos os quedáis, ¿eh? La verdad es que son una verdadera obra de arte esculpida por la propia naturaleza.

En Noruega hay la mayor concentración de fiordos del mundo, y están, la mayoría (o los más famosos) al oeste del país. Algunos forman parte de la lista de Patrimonio Mundial de la UNESCO. Hay muchísimos, y todos valen la pena. Yo exploré a fondo el Sognefjord, también conocido como el "fiordo de los sueños". Es el más largo y profundo de Noruega, y pasa por el famosísimo y pintoresco pueblo de Flåm.

Menos conocido y, en mi opinión, tanto o más bonito, es el pueblo de Balestrand. El panorama junto al Sognefjord, rodeada por montañas nevadas (en septiembre había nieve, sí) es sobrecogedor. Tuve la inmensa suerte de pasar una semana aquí, en el Ciderhuset, una sidrería que también funciona como restaurante, y cuya visita os recomiendo encarecidamente (no he comido tan bien en mi vida).

Es un lugar perfecto tanto para los amantes del hiking (¿qué tal una subida al Raudmelen, nada más y nada menos que 972 metros sobre el nivel del mar?) como los apasionados de la cultura y el arte (un paseo por las villas artísticas de la ciudad, la visita a la colorida iglesia medieval o el Kviknes Hotel -el hotel de madera más grande de Europa-) serán felices en Balestrand.

Me despedí de la Noruega de los fiordos con tantas ganas de volver que parece que el deseo se cumplirá y estaré por allí de nuevo en Noviembre. ¿Habrá nieve ya por entonces? Lo descubriréis en el próximo episodio :)




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